sábado, 13 de marzo de 2010

La Sierva de Dios Ma. del Refugio Aguilar

FUNDACIÒN EN MOZAMBIQUE

FUNDACION EN PEMBA - MOZAMBIQUE (Enciende los altavoces)

El 22 de Enero de 2008 salen de España hacia Mozambique las Hermanas Misioneras Catalina Pizano Zúñiga, Mónica Chavez Jacobo y Yanira Rafaela Cruz Estrada, acompañadas por las Hnas. Mony Aguilar Velasco, Superiora Regional de España y Mercedes Castillo Martínez, Consejera, que en nombre de la M. Superiora General María de la Luz Acosta B. y de la Congregación son enviadas para establecer esta nueva misión.

La Comunidad Misionera se establece en Pemba, al norte de Mozambique.

Esta fundación Congregacional nos llena a todas de alegría y estamos seguras que María del Refugio estará rebosante de alegría porque sus hijas hacen realidad su sueño en este año congregacional dedicado a ella.


viernes, 12 de marzo de 2010

ORACIÒN


¡Oh Padre celestial!
Dígnate concedernos
La gracia insigne
De ver elevada al honor
De los altares a tu sierva
María del Refugio,
Que para corresponder
A los anhelos de su corazón,
Fundó una Congregación,
Destinada a difundir
El amor al Santísimo Sacramento
Mediante la educación cristiana
De la niñez y la juventud.
Concédenos por su intercesión
La gracia que te pedimos...
(SE HACE LA PETICIÓN).
Te lo rogamos, por tu Hijo
Nuestro Señor Jesucristo.
Así sea.

NOTA: Si por la gracia de Dios le fuera concedido algún favor por intercesión de María del Refugio, le agradecemos nos lo haga saber a:


Causa de María del Refugio,
Fernández Leal 130,
Barrio del Niño Jesús,
04330 Coyoacàn, D.F.,
México.

miércoles, 10 de marzo de 2010

VIDA Y OBRA DE LA MADRE MARIA DEL REFUGIO


Era y sigue siendo San Miguel de Allende, en Guanajuato (México), una hermosa ciudad. Fue colonial en su tiempo y en ella se conservan las huellas de una larga presencia española. Luego fue lugar de insurgentes, de patriotas mexicanos que lucharon por su independencia. En esa ciudad señorial, en el seno de una familia aristocrática importante, nació la niña María del Refugio, quien en sus primeros años empezó a recibir clases de Francés pues era la lengua cultural de ese momento. Era buena y traviesa y dirigía a sus siete hermanos en estudio y diversiones.


Cumplidos sus veinte años se casó –sólo para complacer a sus padres– con Ángel Cancino –un alto funcionario del Estado, hombre de mundo y poco creyente–, recorriendo así el camino de la inmensa mayoría de mujeres en su vida, con nuevas costumbres, nuevas exigencias sociales dentro de un contexto de intrigas políticas y trampas de la administración civil del Estado.Al quedar viuda –con un hijo y una hija– después de tres años, quiso extender de una manera nueva y mucho más universal, aquello que había descubierto en su matrimonio: el amor de este mundo se abre a un amor más alto, más noble: el amor a la niñez y juventud.


El poeta mexicano Juan Correa amigo de su esposo y de la familia le escribía:
Cuando acaricies a los tiernos niños, hijos de tu alma, a quienes tanto quieres,Piensa en los tristes, solitarios seres, que viven sin amor y sin cariño.


Tres años después de la muerte de su esposo murió su hijo mayor, quedando solamente María Teresa quien atraía todo su cuidado. Pero María del Refugio, además de cuidar y atender a su hija dedicó también su tiempo a visitar en el hospital a los enfermos, especialmente a los más abandonados y a visitar a los presos abandonados por sus familias en la cárcel.Discurrían paralelos los días de madre e hija, y mientras María Teresa se preparaba en el campo de la enseñanza, la madre quería dedicar su vida a Dios y hacerse religiosa, ingresando a la Tercera Orden Franciscana. Pero sus pasos se encaminaron en otra dirección, pues siguió acompañando a su hija y en 1910 fundó una Congregación nueva orientada por sus propios principios y los principios Eucarísticos. Se trata de la comunidad de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento, quienes tienen como misión formar mujeres integrales, con capacidad de ver e interpretar la vida como constructoras de una sociedad más justa y humana, desde la perspectiva del Evangelio. Así lo entendió y lo vivió perfectamente Refugio dentro del espíritu de caridad, alegría y humildad.


A sus cuarenta y un años era una mujer independiente, con una inteligencia privilegiada, con grandes dotes de organización y administración, capaz de discernir, trazar y seguir su camino. Guiada por el Padre Vicente María Zaragoza, catedrático de Teología en el Seminario de Morelia, inició una intensa y larga colaboración apostólica, para dedicarse al servicio de la educación de las niñas, pues ella veía que las escuelas católicas existentes en ese entonces carecían de ideales, eran clasistas (para ricos o pobres), y dejaban desatendida la clase media o sin muchos recursos para costear las colegiaturas de sus hijos. Además consideraba que los colegios regentados por religiosos extranjeros poco harían por cambiar las condiciones prevalecientes de injusticia, pues lejos de concienciar y motivar a los educandos en este sentido, los formaban en los valores, lengua e historia de otras naciones.


El Proyecto Educativo de María del Refugio no se limitaba a las aulas: el testimonio de todos y todas, no importaba el oficio que desempeñaran, se consideraba parte de la acción educativa. “Amor con amor se paga”, solía decirle a sus colaboradoras, y el colegio era ante todo una gran casa de familia en donde siempre se llevaban mensajes de alegría y paz. No buscaban grandezas en la tierra: les bastaba con abrir un campo nuevo de educación liberadora bien fundada en el amor: su colegio no tenía en cuenta para nada el lucro. A muchísimas niñas no sólo se les daba educación gratuita, sino que, además se les alimentaba y vestía, y tanto ricas como pobres recibían el mismo trato. Refugio veía que las jóvenes y las niñas, necesitaban una mayor atención. Miraba el presente y el futuro del mundo y deseaba para ellas un nuevo protagonismo en su propia historia y en la historia de la sociedad.


Ella deseaba que la mujer pudiera ser autónoma, que tomara las riendas de la vida, que asumiera plenamente su tarea como persona responsable, al servicio de la dignidad y plenitud humana. Tomad a la mujer, educadla, sembradle en su alma el gérmen de la moral, y entones veréis lo que ella puede hacer. –decía–. No bastan las palabras ni las promesas –repetía constantemente a las religiosas de su comunidad y a los maestros–: Se necesitan obras, compromisos, realizaciones, por que la juventud está hecha para emprender, para esforzarse, para luchar y es esa juventud es la que teemos todos los días en nuestras manos.


María del Refugio era una mujer admirable por la obra social que estaba realizando y puso su grandeza de ánimo, todo su influjo social y su vida al servicio de la humanidad. Tenía mucha fe en sus ideales y se mantenía en el centro de las grandes luchas sociales con entrega de ánimo y con serenidad interior, convencida siempre que la educación es el camino que permite transformar en realidad y de raíz al ser humano. Sentía profundamente la realidad de la mujer latinoamericana, percibía el machismo de la época y soñaba con formar la niñez y juventud en la fe y en los verdaderos valores.


Sabía que la característica fundamental de la juventud es sin duda la generosidad, la apertura a lo sublime a lo arduo. María del Refugio contó con el don del Buen Consejo, penetrando en la vida de los demás para conocerlos con afecto bondadoso y de ese modo poder aconsejarlos. “Sólo aconseja bien, quien sabe escuchar, quien atiende a las necesidades de los demás, quien les mira por dentro y deja que de esa forma que se expresen. Sólo así puede ofrecerles su palabra de interpretación, de dirección o de simple compañía”.


En la época difícil de México, cuando permanentemente había enfrentamientos entre maderistas y reyistas, María del Refugio ofrecía en medio de las calles el gesto de su caridad en favor de todos los heridos: convirtió su colegio en un hospital para poderlos atender y curar con la ayuda de la Cruz Blanca. También hubo épocas como “el año del hambre”, –cuando las autoridades recogían a muchos muertos por falta de alimento–, en que se juntaban trescientas a cuatrocientas personas en la puerta del Colegio de la Calle Roma y a todos se les daba de comer.


En el año de 1926 se cerraron templos, se clausuraron colegios y se impidieron los actos de culto, hasta llegar al encarcelamiento y muerte de algunos personajes significativos. Temiendo esos ataques contra las religiosas, María del Refugio pensó, en expandir su Instituto a otros países. En todo el mundo, especialmente en América Latina, se reconoce el liderazgo que ha tenido María del Refugio pues su obra se ha expandido por México, Chile, Salvador, Gatemala, Costa Rica, Venezuela, Estados Unidos, España, Roma y Colombia, a donde la comunidad llegó en el año 1929, fortaleciendo mentes y voluntades y curando corazones. Más que una formación académica en la educación que imparten, los Colegios Eucarísticos quieren que sus egresadas lleven en su corazón el sello de mujeres sencillas, serviciales, humildes, alegres, creativas, comprometidas con la transformación de la sociedad y abiertas a los nuevos retos que plantea la humanidad.

martes, 9 de marzo de 2010

lunes, 8 de marzo de 2010

Carta a la mujer Y Cuando Dios creó a la mujer...POESÍA.

Carta a la mujer


Te doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida.

Te doy gracias, mujer-esposa, que unes irrevocablemente tu destino al de un hombre, mediante una relación de recíproca entrega, al servicio de la comunión y de la vida.

Te doy gracias, mujer-hija y mujer-hermana, que aportas al núcleo familiar y también al conjunto de la vida social las riquezas de tu sensibilidad, intuición, generosidad y constancia.

Te doy gracias, mujer-trabajadora, que participas en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política, mediante la indispensable aportación que das a la elaboración de una cultura capaz de conciliar razón y sentimiento, a una concepción de la vida siempre abierta al sentido del misterio , a la edificación de estructuras económicas y políticas más ricas de humanidad.

Te doy gracias, mujer-consagrada, que a ejemplo de la más grande de las mujeres, la Madre de Cristo, Verbo encarnado, te abres con docilidad y fidelidad al amor de Dios, ayudando a la Iglesia y a toda la humanidad a vivir para Dios una respuesta «esponsal», que expresa maravillosamente la comunión que El quiere establecer con su criatura.

Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas.

Que María, Reina del amor, vele sobre las mujeres y sobre su misión al servicio de la humanidad, de la paz y de la extensión del Reino de Dios.

Nota:

El presente texto es parte de una carta escrita por Juan Pablo II a las mujeres el 29 de Junio de 1995 con motivo de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tendría lugar en Pekín en el mes de septiembre de ese año.


Poesía

Cuando Dios creó a la mujer...

“Cuando hice los cielos y la tierra, con mis palabras los formé.
Cuando hice al hombre, lo formé y respiré en él, aliento de vida.
Pero, tú mujer, te formé después de respirar el aliento de vida en el hombre”
¿La razón? – Las ventanitas de tu nariz eran muy delicadas.
Le hice caer al hombre en un profundo sueño para formarte perfectamente
y con paciencia. Para que él no interfiriera con mi creatividad.
Mujer, de un hueso te formé.
Escogí el hueso que protege la vida del hombre,
la costilla, que protege su corazón y sus pulmones.
También la costilla sirve de apoyo y soporte a su cuerpo,
eso es lo que yo quiero que hagas por él.
Alrededor de este singular hueso, te formé. Te hice perfecta y hermosa.
Tus características son como la costilla, fuerte, pero delicada y frágil.
Tú provees protección para el órgano más delicado del hombre, su corazón.
Quiero que apoyes al hombre así como sus costillas sostienen su cuerpo.
Mujer, no fuiste tomada de los pies del hombre, para estar debajo de él,
ni tampoco te formé de su cabeza para que estés encima.
Te formé de su costado, para estar a su lado
y que él te pueda tener muy cerca de su corazón.
Eres mi ángel perfecto, mi hermosa niña.
Has crecido para ser una mujer espléndida, de gran excelencia y
mis ojos se llenan de asombro cuando veo las virtudes que hay en tu corazón.
Tus labios, son hermosos cuando abres para hablar conmigo.
Tu nariz, formada a la perfección. Tus manos, suaves al tocarlas.
He acariciado tu rostro durante tus sueños más profundos.
He tenido tu corazón muy cercano del mío.
De todo lo que vive y respira, tú eres la que más se asemeja a mi.
Adán caminaba conmigo en la frescura del día, pero se sentía solo.
No me pedía ver, ni tocar. Sólo me pedía sentir.
Así que todo lo que yo quería que Adán compartiera y experimentara conmigo,
lo formé en ti; mi santidad, fuerza, pureza, amor, protección y apoyo.
Mujer, eres especial, porque eres una extensión de mi.
El varón representa mi imagen; tú, mis emociones.
Juntos, los dos representan la totalidad de Dios.
Por esa razón, hombre, cuida bien a la mujer,
ámala, respétala, porque ella es un vaso frágil.
Si la hieres, me hieres a mí. Lo que le haces a ella, me lo haces a mi,
Al dañarla, solo consigues dañar a tu propio corazón,
al corazón de tu Padre y al de su Padre.
Mujer, apoya al hombre,
en humildad, demuéstrale el poder de las emociones que te he dado,
en quietud, demuestra tu fuerza,
en amor, muéstrale que eres la costilla que protege su ser interior.

Felipe Hutsell
(Gracias Ninfa Duarte)

FELIZ DIA DE LA MUJER


El Día Internacional de la Mujer Trabajadora (o también Día Internacional de la Mujer) se celebra el día 8 de marzo y está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Es fiesta nacional en algunos países.

La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, en plena revolución industrial y durante el auge del movimiento obrero. La celebración recoge una lucha ya emprendida en la antigua Grecia por Lisístrata, quien empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra, y que se vio reflejada en la Revolución francesa: las mujeres parisienses, que pedían "libertad, igualdad y fraternidad", marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino, pero no fue sino hasta los primeros años del siglo XX cuando se comenzó a proclamar, desde diferentes organizaciones internacionales de izquierda, la celebración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos.

domingo, 7 de marzo de 2010

EL EVANGELIO DEL DIA DOMINGO

III Domingo de Cuaresma

Hoy la Iglesia celebra : Santa Perpetua

Lecturas

Leer el comentario del Evangelio por : San Cipriano
Imitar la paciencia de Dios

Evangelio según San Lucas 13,1-9.
En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios.
El les respondió: "¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás?
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera.
¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén?
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera".
Les dijo también esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró.
Dijo entonces al viñador: 'Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?'.
Pero él respondió: 'Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré.
Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás'".

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.